SORIA TEMPLARIA: RUTA POR EL CAÑÓN DEL RÍO LOBOS
La iglesia de S.
Leonardo de Yagüe.
Dedicada al patrón del pueblo, San Leonardo Abad, es de
estilo herreriano,
data del siglo XVII. El templo es de planta rectangular con una cruz latina inscrita. Tiene tres naves, la central
es más ancha y alta que las laterales, separadas por arcos. La cubierta de la nave central es de bóveda de
cañón con lunetos cegados y tramos separados por arcos de medio punto. Las naves laterales se
cubren con bóvedas de cañón transversales, o sea, perpendiculares
al eje de la nave central. La fachada de la iglesia corresponde a una época
anterior al resto del templo.
Continuamos viaje hacia Ucero, donde paramos en el mirador de Cubillas
del cañón de Rio lobos.
Si tuviéramos que elegir un
lugar que resumiese todo los enigmas que rodean a la leyenda de los templarios,
este sería sin duda el cañón del río Lobos. Ningún otro es capaz de proporcionar al visitante
esa sensación de soledad y de retiro como la ermita
de
San
Bartolomé,
ubicada en el paraje más pintoresco del barranco, un lugar idóneo
para la meditación y la comprensión de los misterios esotéricos de
una orden, que se trajo de Tierra Santa algo más que unas cuantas
reliquias. En la presente ruta visitaremos este parque natural. La
riqueza que acumulan algunos de sus pueblos es sólo comparable al
desconocimiento que de ella se tiene.
La clave para entender la formación
del cañón reside en las propiedades de la piedra caliza, muy blanda y expuesta
a la erosión del agua de ríos y torrentes, que han abierto profundas grietas en
la tierra, filtrándose por doquier. Como consecuencia de estas filtraciones se
han originado multitud de cuevas en el curso del rio Lobos, algunas de ellas de
kilómetros de profundidad.
Vamos a bajar a Ucero y visitar el
pueblo.
Después de comer en Ucero volvemos a Abejar, donde tenemos
nuestro asentamiento para descansar y preparar la vuelta a casa mañana viernes.
Pero antes una visita a este pueblo.
Para el BLOG ELPERRONEGRO
la grandeza de las personas no se mide en unos días, a veces hace falta semanas.
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