La presencia de los amigos en la buena fortuna lleva a pasar el
tiempo agradablemente y a tener conciencia de que los amigos gozan con nuestro
bien. Por eso debemos invitarlos a nuestras alegrías porque es noble hacer bien
a otros, y rehuir invitarlos a participar en nuestros infortunios, pues los
males se deben compartir lo menos posible.
La esencia de la amistad reside en el compartir, en el conversar
y en el compenetrarse. En ella el hombre se encuentra en la misma relación
respecto al amigo que consigo mismo.
Desglosando este texto, cabe decir que son dimensiones de la
amistad la fidelidad y la lealtad; tales dimensiones manifiestan su constancia.
A ellas hay que añadir la sinceridad, el respeto, la generosidad y el afecto.
La sinceridad es hablar sin rodeos y con confianza, así como disentir sin
hipocresía y abrir libremente el propio interior: esto se llama franqueza. La
generosidad lleva consigo el no reparar en los pequeños defectos que todos
tenemos, y conduce a conceder un amplio crédito al amigo.
Y como buen maestro Jesús eso lo sabe, la grandeza de Jesús se
sostiene con el tú a tú de Tere, pues Jesús sin Tere no sería el mismo sabio
que afronta la vida con la espiritualidad que él lo hace.
Hoy han demostrado que están por encima de tod@s nosotr@s, pues
con la sabiduría que han alcanzado nos han hecho pasar un día inolvidable.
La corrección amistosa intenta directamente restablecer la
limpidez de la conducta del amigo. La virtud de Jesús y Tere consiste en
querer. Querer a los amig@s, hacen muchas cosas por causa de sus amigos hasta
morir por ellos si es preciso. Pues entiéndase la “muerte” como un gasto
extremo a sus posibilidades.
Y prefieren vivir noblemente un año a vivir muchos de cualquier
manera. También se desprenderán de su dinero para que tengamos buenos momentos
como el de hoy; el amigo tendrá así un recuerdo y él tendrá gloria. Por tanto, ellos
escogen para sí el bien mayor, que es compartir con los amig@s los momentos
felices, llamados para la gloria, hoy ha quedado constancia que son.
Después de este breve escrito, me gustaría empezar a llamar a Jesús
“MAESTRO” entendiendo y dando por hecho que Tere también es digna de dicho
nombre. Pues como he dicho antes Jesús y Tere son una misma grandeza que se
sostienen juntos.
¡¡Va por ellos!! Que si algo han demostrado, es que están en
otra dimensión.
Nada hay que deshacer o hacer
Nada que forzar, nada que desear
Nada falta....Todo sucede por si
mismo.
G. Rinpoche
Un gran almuerzo y vamos con los regalos