ELPERRONEGRO: DE GINEBRAS VA EL TEMA.

He abierto muchas botellas a lo largo de mi vida, celebrando nacimientos y éxitos. Con el tiempo he aprendido a beber. “como la vida, hay que tomarlo como a uno le dé la gana, eso sí, en buena compañía”.

El verano es tiempo de encuentros y reencuentros, de comidas y cenas con nuestros seres queridos y con amig@s…

Preparar un gin-tonic, el trago de moda, puede parecer una cosa bastante sencilla. Finalmente, hablamos de ginebra, tónica y hielo. Pero la cosa tiene su ciencia, y mucha.

COPA DE BALON

Esa copa ancha no solo se usa por razones de ‘espectacularidad’ a la hora del servicio. Se usa porque no solo permite tener la cantidad de hielo adecuado, sino disfrutar mejor de los aromas del gin-tonic. Y al tener pie, evita que su mano caliente el trago cada vez que lo toma, tal como sucedería con un vaso de tubo o un vaso de boca ancha normal.

EL HIELO

El hielo en un gin-tonic tiene que ser de cubos grandes, macizos (sin huecos en la mitad) y bien consistentes. Y además, estos cubos deben llenar la copa. ¿Las razones? Si el hielo es pequeño, está roto o su cantidad es mínima y queda ‘flotando’ en la mezcla, se diluirá más rápido y eso arruinará su trago en corto tiempo.

SI ES POSIBLE LA GINEBRA EN LA NEVERA

Cuando vayamos a preparar un gin-tonic, “la ginebra debe salir del congelador y las tónicas, de la nevera”, dice Ronald Schneider, sommelier y propietario de BD Gourmet. Y esto no es solo por aquello de que el frío, como ya se habrá dado cuenta, es el principal aliado de este trago: “Tener la ginebra guardada en el congelador –dice Schneider– le ayudará a tener un alcohol más denso, el trago va a ganar una textura completamente diferente y va a ser más delicado en términos de sensación alcohólica, pues todos sabemos que el alcohol se volatiliza con el calor”.

NO CUALQUIER TONICA, NI SIQUIERA TODAS VALEN

Lo más importante es saber añadir esa tónica a su trago. “Bajo ninguna circunstancia, la tónica se debe vaciar bruscamente en la copa”, dice Alexánder Gil, bartender del grupo Inverleoka. “Hay que cuidar la burbuja de la tónica, no romperla. Si servimos bruscamente, perderemos esa efervescencia suave, elegante y duradera que debe tener un buen gin-tonic. Y es que en cada burbujita, además, van los sabores y aromas de la tónica”. Por eso los profesionales la sirven lentamente, sobre una cuchara mezcladora, lo más cerca posible de la copa, y muy despacio, con delicadeza, para evitar al máximo la espuma.

JUGO DE LIMON NUNCA

“Nos vuelve la ginebra más amarga, más ácida, rompe la burbuja de la tónica y tapa esos botánicos que con tanto esmero los maestros destiladores se han esforzado en poner en cada botella de su producto: es un pecado”, Si hay algo que hace especial al gin-tonic es la carga aromática que nos ofrecen las buenas ginebras. Aromatizar la copa es un mandamiento, ya que potenciará esa experiencia sensorial resaltando en su nariz aquellos toques que identifican a la ginebra, bien sea por coincidencia o por contraste.

USAR EL MEDIDOR.

Exagerar con la ginebra. Uno de los errores más comunes a la hora de preparar un gin-tonic es pasarse de la cantidad justa de ginebra, ya que eso alcoholizará en exceso la bebida. La proporción correcta es de una medida de ginebra por tres o cuatro de tónica:

Y POR ULTIMO LA GINEBRA.

GIN CITY VALENCIA 6 destilaciones

Es una ginebra suave y aromática elaborada a partir de moscatel de Alejandría, que recuerda el aroma de Azahar. El tomillo, la manzanilla, el poleo y el rabo de gato evocan el mediterráneo y la almendra marcona le aportan la calidez.