Hoy hemos quedado en Novaliches, para degustar un buen almuerzo,
pero en realidad era la excusa para juntarnos, con los amig@s. Y también para que Dulcilicia haga km y vaya
cogiendo confianza a su Can-Am, o Bicho raro como ella la llama, pero con
cariño, pues sabe que tiene la moto perfecta para ella.
Nada hay en este mundo que me guste más que tú, eres vicio y
pasión, eres calma y agitación, eres la luz del sol, eres en esta vida lo mejor.
Para disfrutar de la
vida hay que compartir, intercambiar afectos y sentimientos, y por ello, una
parte fundamental de nuestra existencia se apoya en nuestros amigos.
La amistad, que es el
más noble de los sentimientos y el más humilde, seguramente nos hace más
grandes.
No quiero dejar pasar
por alto el hecho de que he echado de menos a tod@s los que no han podido venir.
Después del almuerzo, Rafa tiene ganas de probar la Can-Am.
Vicente un motero de Puzol, se une a buena charla y risas.
Describir en pocas palabras los momentos allí vividos se hace
harto difícil porque ¿cómo expresar con palabras los sentimientos y las
emociones? Ilusión, alegría, vitalidad y gratitud, son sólo algunas de ellas.
Pues volver a ver a Fede y a Rafa es de esos momentos.
Cada vez es más difícil juntarse tod@s. En un presente signado
por la escasez de trabajo, las pandillas de motos que dominaban las carreteras
se están perdiendo. Se puede apreciar un entorno desordenado, preparar una
salida conlleva mucha preparación, hay que saber recorridos, sitios ideales
para el almuerzo y sitios destacados de la zona para visitar y que el día aparte
de rodar, sea especial.
A veces es mejor disponer de tranquilidad para el almuerzo y
pasar unos buenos momentos de charla, pero como digo por desgracia, cada vez
eso es más difícil. Así que este año habrá nuevos retos que superar, pues para
los que aún se nos es permitido rodar vamos a dedicarnos básicamente a dos
cosas.. Rodar con los amigos y rutas largas.
Después del almuerzo, nos hemos ido a Picasent donde había una
matinal y nuestros amigos Rubén y Lorena tenían el stand, por lo que Dulcilicia
quería comprar unas cosas.
Gran ambiente el que había
en Picasent, muchos moter@s con ganas de aprovechar la mañana tan estupenda que
hacía, y sobre todo, gran afluencia de visitantes del pueblo. Algo a destacar,
pues a veces, los moteros suelen mirarnos como una cuadrilla de locos ruidosos.
Pero cuando la gente valora el esfuerzo de tener estas máquinas y la pasión con
que se vive este mundo, es digo de mencionar.
Después de hacer las compras que quería Dulcilicia, hemos visto
a dos buenos amigos como son Marisol y Nelo.
y tras una fresquita cerveza, nos hemos vuelto para casa.
Un reportaje de
Lorenzo Andante y Albertacus
Para el
BLOG ELPERRONEGRO
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