El día empezaba con la cabeza puesta en algo que se
organizaba en todas las capitales de esta nación, que a bien se llama España.
Era una manifestación para pedir a los mandamases de la política, que sustituyan
esas barreras que más que proteger, matan, llamadas quitamiedos. He de decir en
mi nombre exclusivamente, pues no puedo saber lo que pensaran mis compañer@s,
que no tenía intención de acudir a dicha cita, ya que no creo en esas
manifestaciones dado la experiencia que tengo sobre ello. Apoyo desde aquí a
las iniciativas que las organizaciones promueven y siento un gran respeto por
su labor y sobre todo admiro la capacidad de confianza en solucionar así los
problemas, pero no es mi estilo. Me considero MOTERO, por lo tanto posiblemente
afectado por el asunto quitamiedos, pero no dejare de estar con mis amig@s por seguir la doctrina de quejarse. Más
bien creo que la labor de los organizadores seria vigilar que cada quitamiedos
que se ponga nuevo, este arreglo a las demandas que se piden. Pero querer
cambiar todos lo km que ya están hechos, permítanme que discrepe y piense que
son unos ilusionistas y que el tiempo con mis amig@s
vale mucho más que todo eso.
Cuenta , en esta , altisonante, mínima, dulce e imaginadera
historia, que después que entre el famoso Don Lorenzo Andante y el resto de amig@s moter@s
disfrutaran de un buen almuerzo, nos fuimos a
rodar por esas carreteras que dios puso en nuestro camino, pero si acaso
quisieren saber queridos lectores, quién ha sido el valeroso que tales los puso
en el camino del sitio que hoy hemos estado, lean vuestras mercedes, que es el
famoso Don Lorenzo Andante, que por otro lado yo me veo como el "Caballero de la Triste Figura",
que me mueve a llamarme así, más entonces que nunca yo os lo diré, porque me he
estado mirando un momento a la luz de aquel cristal que llaman “ escaparate” ,
y verdaderamente tengo la más mala figura de poco acá que jamás he visto y
débelo de haber causado o ya el cansancio , o ya la falta de muelas o dientes,
o mejor dicho lo poco que como.
El amigo a cuyo cargo debe de estar el escribir
la historia de mis hazañas, le parecerá
que será bien que yo tome algún nombre apelativo, como lo tomaban los
caballeros pasados: cuál se llamaba "el de la Ardiente Espada", cuál
"el del Unicornio", aquel "el de las Doncellas", aqueste
"el del ave Fénix", el otro "el Caballero del Grifo", este otro
"el de la Muerte", y por estos nombres e insignias eran conocidos por
toda la redondez de la tierra y así digo que el amigo que tenga que escribir
mis historias, habrá puesto en la lengua y en el pensamiento ahora que me
llamase el "Caballero de la Triste Figura", como pienso llamarme
desde hoy en adelante y para que mejor me cuadre tal nombre, determino de hacer
pintar cuando haya lugar, en mi escudo una muy triste figura.
Aunque
estoy pensando que no hay para que, si no lo que se ha de hacer es que descubra
la mía, y de rostro a los que me miraren que sin más ni más y sin otra imagen
ni escudo, me llamarán "el de la Triste Figura", y créanme, que me
hace tan mala cara la hambre y la falta de las muelas que, como ya tengo dicho,
se podrá muy bien excusar la triste pintura, que viéndome sabrán que no como
mucho y delgado me encuentro.
Pues a tabernas buenas vamos Losperrosnegros,
pero yo por prevención y buena educación no de comer mucho soy, más todos mis
compañeros de aventuras jartan hasta no dejar nada en la taberna.
Les invito a ver este reportaje.
….. Hacía tiempo aqueste lugar no visitábamos y
que yo recordare, la última vez bien que almorzamos. Pero en esta vez, ya no
anduvo igual la cosa, pues aunque para algunos la comida aun siendo buena
estuvo en el acierto de pedir el manjar, pues algunos bocadillos se quedaron
con poca carne entre sus mollas, o mejor dicho con pocas anchoas.... pero, sin
entrar a enrocar en los precios, pues cada tabernero es muy libre de aplicar lo
que su creencia dicta respecto a la forma de elaborar, a nosotros nos pareció
que alto quedaba el precio para lo que fue el almuerzo, pues 9€ le llamaban al
dicho almuerzo, y a bien que no creo los valiese. Pero lo dicho, solo por la
compañía valió la pena y más si me hubiesen pedido.
Un reportaje de LORENZO ANDANTE
Para el BLOG LOSPERROSNEGROS