DOMINGO, 11
TUÉJAR
ES MÁS...
Descubrir sus calles y
rincones te enamorará: Tuéjar está en el corazón del Alto Turia, con cercanos
parajes como el pantano de Benagéber o el Azud - dónde nace el río Tuéjar-, el
puente de Tudela, el nacimiento del Chelva o la cascada de Domeño (antes de llegar
a Tuéjar), que son una “más que buena” excusa para visitar y pasar la mañana en
la Serranía Valenciana.
Para llegar desde
Valencia la comunicación más directa es por la CV-35 (la famosa carretera de
Ademuz de toda la vida) a unos 75 km desde el centro de Valencia. Con autovía
hasta Casinos, bordeando Losa del Obispo y Calles, (entre Losa y Calles se
encontraba Domeño, donde se puede apreciar una cascada de agua para llenar el
pantano), luego se llega a Chelva que hay que atravesar para, a unos 7 km
llegar al municipio de Tuéjar.
Podemos ir a la plaza
mayor del pueblo donde almorzar y luego comenzar la ruta de visita del casco
antiguo. Después podemos dirigirnos al nacimiento del río Tuéjar, situado en EL
AZUD, área recreativa.
De vuelta hacia Valencia,
Losa del Obispo -precioso y pintoresco pueblo-
KDD -
PUERTA DE LA SERRANÍA.
(gasolinera
situada en la carretera Ademuz km, 32
Pasando
Lliria en dirección a Domeño.)
HORA –
9´15 H.
En estas rutas valoramos diferentes aspectos,
como la belleza de las carreteras, el interés cultural de las ciudades o
pueblos por los que transcurre el viaje, las fiestas típicas y por supuesto las
posibilidades gastronómicas.
La Kdd estaba situada en la gasolinera Puerta
de la Serranía, donde después de un café y una buena charla cuando ya estábamos tod@s hemos salido en dirección a Tuéjar, pueblo perteneciente a la provincia de Valencia y a la comarca de Los Serranos la distancia es de 76 km y la duración aproximada del viaje de una
hora desde Valencia.
Dejando atrás Llíria y tras pasar por Domeño,
Casinos, Chelva y Calles hemos llegado a Tuejar, donde en la calle principal a
eso de la mitad se encuentra Roslyn Bar, donde ofrecen comida a la brasa con
una excelente relación precio – calidad.
El almuerzo ha sido espectacular, de esos que
sabes que volverás a repetir por que vale la pena, junto en no menos de media
barra de un buen pan crujiente y tostado, bien untado de mayonesa, 3 lonchas de
cinta de lomo a la plancha, 2 o 3 lonchas de beicon, queso de barra fundido,
tomate y lechuga y tendrás una de las maravillas de la gastronomía patria.
Comer (y comer juntos) es mucho más que el
puro acto de nutrirse. Desde nuestros orígenes como seres humanos es un ritual
cargado de significado, la comida crea vínculos sociales, da estatus y siempre
fue sinónimo de celebración. El hombre es uno de los pocos animales capaces de
ver comer a sus semejantes sin intentar arrancarles la comida violentamente.
Somos la única especie que piensa sobre los alimentos, hablamos y escribimos
sobre ellos. La forma en la que preparamos, servimos y consumimos comida y
bebida forma parte de nuestra identidad colectiva desde que somos pequeños. “En
todas las culturas se cocina para y se come con.”
Luego difieren las maneras de cocinar y las
formas de comensalidad”., del latín cum panis, quiere decir “aquél con el que
comparto mi pan”.
Aquí es cuando decidimos pasar por Calles de
vuelta y parar a ver las instalaciones de Bodegas Vegamar, a sabiendas de que
están en pleno recolecta de la uva y no se puede visitar.
Situada en un entorno idílico, en un valle
entre montañas, entre los ríos Tuéjar y Turia, rodeado de los encantadores
pueblos de la comarca de los Serranos, donde se puede disfrutar de la
naturaleza, es ideal para disfrutar de un día inolvidable entre viñedos y
amigos.
Y por último, la última cerveza juntos en el día
de hoy, la hemos tomado en el Castillo, dado que pasamos por la puerta.