Traductor

miércoles, 1 de octubre de 2014

VILLARREAL, un domingo pasado por agua.

        Nos imaginamos que el ser motero es que hay que ir a todos los lados con la moto como si fueren nuestros pantalones, y no es así.

        Moteros somos porque nos gusta viajar en moto, porque entendemos de la libertad que te da la moto, porque somos más sensibles a disfrutar del viaje. A cualquier motero le dices de viajar sólo por autovías, y seguro que no lo admite, los paisajes, los pueblos, los rincones más escondidos, eso es viajar y conocer nuevos sitios. El automovilista lo que quiere es llegar cuanto antes a los sitios, cómodo, descansado y a ser posible sin contacto salvo las grandes áreas de servicio, hasta llegar al destino.

        Y es  lícito, o sea que por eso no son raros, pero el ser motero, es ser otras cosas  es compartir buenos momentos con los compañer@s, es ir a donde están ellos cuando ellos no pueden salir, es disfrutar de las diferencias de opiniones, y por supuesto es apoyarse unos a otros en momentos que la vida se nos pone cuesta arriba.

        Decía un sabio que la vida es como una montaña, unas veces vas hacia arriba y otras al revés. Pues cuando se va cuesta arriba, ahí deben de estar los compañeros para ayudarles a que la ascensión la puedan pasar al menos acompañados.

        Hoy domingo habíamos quedado en Vila Real a degustar un buen almuerzo en un sitio nuevo y ver algo alrededor, pero el tiempo nos esperaba para ¨putearnos” así que decidimos ir en coche para que no se saliera con la suya, que sería suspender ese almuerzo y esas charlas con los amigos. Porque creemos que así al menos cumplimos con la parte más sensible de ser moteros, que es poder estar con los amig@s.


       Y al final las conversaciones fueron tan amenas que se nos pasó la mañana, no visitamos nada, pero al menos tenemos la satisfacción de que el tiempo no pudo dejarnos sin esos momentos.




































Un reportaje de  LORENZO ANDANTE




Para el   BLOG LOSPERROSNEGROS